Hoy me atrapó la gripe. Me siento como en la publicidad de la tele donde un bicho mostruoso y pegajoso se apodera de las personas, y un té milagroso te salva. Bueno, en la vida real no es tan así, aunque lo primero que hice fue comprar y beber esa pócima mágica. Y así estoy, hace 24hs, tratando de pasar este estado lamentable que sólo te pide descansar.
Nunca me gustó hacer cama. Cuando era una niña mis papás me obligaban a dormir la siesta, por supuesto que me acostaba y no lograba cerrar los ojos, pasaba casi dos horas imaginando cosas. Al crecer no más siestas, y la cama siempre fue para dormir durante la noche. Hoy, aún siento ese rechazo. En mi cabeza, guardo imágenes de gente muy enferma o depresiva entre las sábanas. Por eso ahora estoy levantada, y sentada escribiéndoles. Necesito estar activa, saber que puedo, que voy a estar bien. Sólo me acuesto si la fiebre sube, cuando baja ya estoy de pie.
No sé si es lo mejor, intuyo que no, los médicos dicen guardar reposo, hacer cama, descansar…y eso para mí es tan difícil. Tal vez para vos no, y qué bueno que así sea. Con el trabajo me ocurre igual. Aun no cancelé mis clases de mañana, y sé que debo hacerlo. Sin embargo especulo, espero el milagro, me convenzo que ya no habrá fiebre. Hoy soy yo la que necesita consejos y tips de ustedes para bajar de esta hiperactividad.
Mientras tanto me detengo, sigo con mis tecitos y mis ganas de recuperarme 🙂
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